2008-09-08

Praxinoscopios


Ahora no tenemos tiempo de escribir. No hay palabras. Un frío del aire en las yemas de los dedos que nos parece como tocar un fantasma. Adentro nuestro no hay metáforas. Sólo imágenes. De pronto estamos lejos, lejos, al fondo de un pasillo. El pasillo de un piso alquilado, en Camino de Ronda 115. Allí, frente a una Telefunken Pal Color encendida- cae la tarde- sin mando a distancia. Unas cortinas verdes y es invierno por las alfombras. En el salón vemos la mesa en la que escribimos ahora. Pero estas teclas no están, ni esta pantalla. La vida es una inercia plagada de fantasmas. Y las interrupciones son palabras. Pensamos: "¿Y todo esto qué son sino metáforas?"

Las palabras caen allí, en la lejanía real de esas imágenes, que no hablan su idioma. No son nuestras las palabras, son de ahora que no tenemos tiempo de escribir.


Ninguno lo sabíamos, pero estamos allí. Fijos e inmóviles. Dan algo por la tele. A salvo. En un salón lleno de libros que son imagen de otros libros. Y al fondo del pasillo está la puerta, detrás, está el rellano y el vecino, al otro lado, tiene una galería con macetas y un canario enjaulado.


Experimentamos, por último, con el obturador. Nuestro esfuerzo, vano. Las imágenes de hoy se proyectan allí, como en un praxinoscopio. Lo más que conseguimos es abrir agujeros en el aire frío del fantasma. El praxinoscopio lo inventó Reynaud en 1877. Fue el precedente del cine. De la doble exposición fotográfica. Quizás él ya sabía que viviríamos en un praxinoscopio. La pregunta es cómo hacer para vivir entre el allí y el ahora. Ni espacio ni tiempo.
Allí estamos ahora, mudos como paisajes, sin tiempo de escribir. Reynaud no sospechó nunca lo que íbamos a echar en falta tocar a los fantasmas.

3 comentarios:

Ra dijo...

Durante un tiempo anduve por el pasillo de un piso alquilado en "Camino de Ronda 122". Por no confiar en que resultase ser un buen título para un libro, acabó por ser el mal título de un CD homemade.

"Reynaud no sospechó nunca lo que íbamos a echar en falta tocar a los fantasmas"...fantástico, Jesús.

Un abrazo "emigrante", desde Málaga.

Jesús dijo...

Otro para tí, tengo el blog y el bloguerismo abandonados, a ver si retomo este vicio cuando despeje mi escritorio.

Jesús.

Álex Chico dijo...

Muy bueno, amigo.

"Sin embargo yo creo que aquel niño se fue con ellos y todos juntos viven con otras personas y es a ellos a quienes los muebles recuerdan. Ahora yo soy otro, quiero recordar a aquel niño y no puedo. No sé cómo es él mirado desde mí"

Felisberto Hernández, "El caballo perdido".