2008-07-08

Tiempo de silencio


Hay silencios cómplices y silencios acusadores. Silencios cargados de contenido. Silencios en la plenitud y en el vacío. Como también hay vacíos ruidosos, vacíos o llenos.


Hay silencios de ausencia, ausencias que gritan, que exigen silencio. Silencios angustiados, preguntas que aguardan respuesta y encuentran silencio. Y también hay respuestas que llegan, en silencio.


Ahora es tiempo de silencio.
La materia hostil y hermosa que compone el universo.

Silencio, fuera del mundo y su ruido como un taladro mecánico.


Silencio que no quiere que nada lo alcance o lo lastime. Silencio perdido entre turbulencias, atrapado por la vida.
Silencio que ha perdido toda esperanza y que sin embargo espera.


Es tiempo de un silencio abnegado, dedicado a un esfuerzo al que no se le ve horizonte: un silencio abierto por vacaciones.


Éste ha sido un año de silencio, inexorable, mudo, como el que horada las rocas de los acantilados y se lleva la arena de una playa en invierno.

Hoy es el contenido de lo que puedo decir, las migajas, la savia, lo que tengo y lo que no.

Segunda piel.

Es por eso que no he escrito hace tanto en este blog.

El silencio es quien ha escrito la historia de otro en la página de un libro que cuenta mi historia.

Aún trato de encontrarla en las celdillas hexagonales de esta Biblioteca infinita.

1 comentario:

Renata dijo...

El silencio no siempre es ausencia. Es a veces tanto para decir que se te ahoga en la boca.

Es a veces su tiempo.
..Tiempo de reir
tiempo de llorar
tiempo de pensar
....tiempo de callar...en algunos lugares....a veces de hablar en otros...

Que tu silencio en esta página se tome su tiempo, pues en otro tiempo estarás para compartir tus decires con nosotros, los otros que gustamos de visitarte.

un abrazo
Ramona

"Sin embargo yo creo que aquel niño se fue con ellos y todos juntos viven con otras personas y es a ellos a quienes los muebles recuerdan. Ahora yo soy otro, quiero recordar a aquel niño y no puedo. No sé cómo es él mirado desde mí"

Felisberto Hernández, "El caballo perdido".