2016-08-23
I-reseñas: Subsuelo, de Marcelo Luján
Reseño ahora la estupenda tercera novela de un escritor argentino residente en España desde 2001, Marcelo Luján (1973), de biografía repetida en la de muchos otros escritores latinoamericanos de su generación. Subsuelo (Salto de Página, 2016) es una historia vagamente asignable al género policial, con muertes y conatos de asesinato, donde se confunden víctimas y victimarios, narrada con una inteligencia sutil y un manejo formidable de los tiempos, en frases cortas, visuales, jugando siempre con la anticipación, que nos lleva del presente al futuro continuamente, al tiempo que nos va revelando un pasado, como nos dice la novela, "un bloque compacto" sobre el que no se añade o superpone el tiempo. El término "Subsuelo" del título hace referencia a los secretos enterrados, podridos de no airearlos, que todos los personajes acarrean. De esos secretos haciéndose, en el caso de los adolescentes, mellizos, supervivientes de un accidente de tráfico que provocará que desde entonces toda su relación cambie y se envenene. Fabián, conocedor del secreto y la culpa de Lucía, la chantajeará para obtener de ella todo lo que desea, y ella lo odiará secretamente, soñando su venganza, aunque en parte se sienta culpable por haber causado la invalidez de él. Había un tercero en el coche que Lucía condujo esa noche, su amigo, muerto, quien todos creyeron que conducía, gracias a que Mabel, la madre de los mellizos, "aquella noche envenenada" logró manipular la escena del accidente. Dos veranos después los secretos no pueden seguir bajo tierra. Afloran, como las hormigas que pueblan la tierra de la finca donde las familias implicadas en el suceso veraneaban juntas. Una plaga de hormigas, los abedules, la aparentemente plácida piscina, el pantano, el aligustre que recubre la vegetación, elementos sencillos que tensionan poéticamente el relato, testigos mudos de los sucesos vividos que acaban participando en ellos. Esas hormigas ahogadas en la piscina, una imagen clave, horadando el subsuelo bajo los pies de la memoria. Es ese pasado compacto que aterroriza a Mabel lo que la mueve en el fondo aquella noche en busca de sus hijos, de su Lucía, que se llama como otra bebé que perdió a los 19, en Argentina, en una vida antes de la suya y que nadie conoce pero que nunca podrá dejar atrás. Magistral en el arte de la distribución de la información, de un estilo sobrio, progresión lenta pero lenguaje rápido y muy visual, Luján nos hace a cada frase creer que en cualquier momento sucederá lo inevitable y terrible, y sin embargo logra sorprendernos cuando sucede. Con algo de Hammet, algo de Cortázar, algo de Ferlosio, construye una novela oscura en el centro del verano en que sucede. Altamente recomendable. Que siga él boca a boca que agradezco a mi amigo Esteban Romero.
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"Sin embargo yo creo que aquel niño se fue con ellos y todos juntos viven con otras personas y es a ellos a quienes los muebles recuerdan. Ahora yo soy otro, quiero recordar a aquel niño y no puedo. No sé cómo es él mirado desde mí"
Felisberto Hernández, "El caballo perdido".
Felisberto Hernández, "El caballo perdido".
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