2008-01-14

El elemento misterioso de la tristeza


Antes de morir ya Ángel González había dejado en tantos lectores el elemento misterioso de su tristeza, el poso de lo auténtico que se desprende de sus poemas y el encuentro íntimo de la vida de sus lectores con su poesía. Se ha ido uno de los latidos más hondos de nuestra Biblioteca.


"Cumpleaños de amor", Sin esperanza con convencimiento (1963)

¿Cómo seré yo
cuando no sea yo?
Cuando el tiempo
haya modificado mi estructura,
y mi cuerpo sea otro,
otra mi sangre,
otros mis ojos y otros mis cabellos.
Pensaré en ti, tal vez.
Seguramente,
mis sucesivos cuerpos
-prolongándome, vivo, hacia la muerte-
se pasarán de mano en mano,
de corazón en corazón,
de carne a carne,
el elemento misterioso
que determina mi tristeza
cuando te vas,
que me impulsa a buscarte ciegamente,
que me lleva a tu lado
sin remedio:
lo que la gente llama amor, en suma.
Y los ojos
-que importa que no sean estos ojos-
te seguirán a donde vayas, fieles.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Y de lo otro? ¿Y de lo otro?

:-)

¿Cómo va? Espero que estéis bien.

Un abrazo

Bobby dijo...

Gracias Jesús, me has dado el mejor momento de todo el día. Que maravilla.

"Sin embargo yo creo que aquel niño se fue con ellos y todos juntos viven con otras personas y es a ellos a quienes los muebles recuerdan. Ahora yo soy otro, quiero recordar a aquel niño y no puedo. No sé cómo es él mirado desde mí"

Felisberto Hernández, "El caballo perdido".