2010-06-12

"El huevo y la paloma"


Recapitulemos después de la publicidad: mesa de operaciones, Ferdinand a punto de ser operado de algo en el ojo, el Coronel Tapiocca vestido de cirujano preparándose para entrar en acción. Uniformes naranjas. Y Hammond que ha entrado por la ventana subido en el caballo de mármol blanco. Palomas, cientos de palomas que empiezan a colarse por la ventana abierta como abejas furiosas. Hammond viste su vieja gabardina, en sus manos se halla, magnífico y redondo, el huevo de Ferdinand. “¡Oh, my God!”- exclamó éste, tumbado sobre la mesa de operaciones en el centro exacto del Salón de Plenos del Ayuntamiento. “¡Oh, Dios mío!”... (fragmento de "El huevo y la paloma" (novela) buscando feedback amigo)

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"Sin embargo yo creo que aquel niño se fue con ellos y todos juntos viven con otras personas y es a ellos a quienes los muebles recuerdan. Ahora yo soy otro, quiero recordar a aquel niño y no puedo. No sé cómo es él mirado desde mí"

Felisberto Hernández, "El caballo perdido".