2007-05-01

Bryce y el Plagio, por Edmundo Paz Soldán

El 19 de enero de 1996, el académico español Ángel Esteban publicó en el periódico Ideal de Granada un ensayo titulado “Mi amigo Alfredo Bryce Echenique”. El texto, desbordante en elogios, hablaba de cómo Esteban consideraba al amigo como “la única arma contra el egoísmo, el desánimo o la simple necesidad de realizarse en el otro”; Esteban terminaba contando cómo había llegado a conocer a Bryce, y cómo había salido de la casa del peruano “con la seguridad de haber ganado un amigo más, de los de verdad”. El texto volvió a ser publicado en La Nación de Buenos Aires, el 29 de diciembre de 1996, y en Somos (revista de El Comercio peruano) el 12 de abril de 1997. Había ligeras modificaciones, pero en general era el mismo, con frases como ésa de que el amigo es “la única arma contra el egoísmo, el desánimo o la simple necesidad de realizarse en el otro”. Ahora, sin embargo, el ensayo se titulaba “Amistad, bendito tesoro”, y… estaba firmado por Alfredo Bryce Echenique. Está claro que no se trata de un experimento a lo Pierre Menard. A este texto, el más antiguo de la serie, se suman otras siete acusaciones de artículos recientes que habrían sido plagiados por Bryce, a autores que muy pocos conocían hasta hoy. Las pruebas son contundentes. Todo, por lo pronto, parece inexcusable. Aun así, los que admiramos a Bryce esperamos una explicación, una aclaración, unas disculpas, la asunción de la falta, algo más que el portazo con que Bryce ha respondido a todo esto, la simple respuesta de que una torpe secretaria que se equivocó de carpetas es la responsable de todo, y que por ello Bryce sólo asume como culpa suya la “falta de control al hacerse esos envíos”. Esteban nos cuenta que, gracias a la generosidad de Bryce, se fue de la casa del autor peruano con varios libros suyos, entre ellos los Cuentos Completos y El hombre que hablaba de Octavia de Cádiz. Cuando pase el escándalo, yo me quedaré con el Bryce de Un mundo para Julius. Ojalá pueda quedarme también, para bien o para mal, con algunas certezas en torno a lo ocurrido. Bryce tiene la palabra" (Edmundo Paz Soldán, en www.riofugitivo.blogspot.com).

Jesús Montoya Juárez

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Los invito a leer humorísticos "REFRANES SOBRE PLAGIO", cliqueando sobre ídem.

Bobby dijo...

Que fuerte esto del plagio, la cara oculta de la literatura... o del mercado?

"Sin embargo yo creo que aquel niño se fue con ellos y todos juntos viven con otras personas y es a ellos a quienes los muebles recuerdan. Ahora yo soy otro, quiero recordar a aquel niño y no puedo. No sé cómo es él mirado desde mí"

Felisberto Hernández, "El caballo perdido".